La habilidad de hacer nuevos amigos nos permite abrir horizontes y oportunidades. Si alguna vez algún amigo nos ha pagado mal, no significa en todos los casos en el futuro nos ocurrirá lo mismo, lo peor es limitarse al intercambio, por otro lado, no queda más remedio que buscar nuevos amigos. Para que la amistad sea verdadera debe existir algo en común, sobre todo la confianza y el espíritu de buenas vibras. La amistad es algo que requiere estabilidad en el trato. Es un cariño, un apreciarse que promueve dar, es darse y para ello es necesario encontrarse y conversar. La verdadera amistad es en mayor parte un servicio afectuoso y desinteresado hacia el otro colega.

La mejor manera de demostrar una verdadera amistad radica en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y metas. Por esto procura reunirse, comunicarse o convivir con él. Un amigo incondicional es el que está en todo momento, el que te levanta cuando estás afligido o abatido. Es en los momentos difíciles donde la amistad se pone a prueba.