Desde El Templete hasta el Palacio de los Capitanes Generales. El Templete es el más pequeño de los edificios que rodean la Plaza de Armas, en el centro histórico de La Habana. Justo por este simbólico lugar gracias a la ceiba que dio sombra al primer cabildo y que cada 16 de noviembre, según la tradición: es bordeada por los cubanos, comenzaron esta mañana los reyes de España su segunda jornada de visita oficial a Cuba. Felipe VI y doña Letizia ingresaron al sitio donde “nació” La Habana, acompañados por Eusebio Leal, quien con su singular oratoria ofreció a Sus Majestades detalles de la primera obra civil de carácter notoriamente neoclásico con que contó la villa, que en pocos días celebrará su medio milenio de fundada.

Acaparando la atención de la prensa y los transeúntes, el Monarca y doña Letizia, ambos vestidos de blanco, atravesaron la plaza acompañados por su comitiva para llegar al Palacio de los Capitanes Generales, donde fueron recibidos por autoridades de gobierno. Minutos antes de entrar al edificio, hoy Museo de la Ciudad, cuyas salas de exposición atesoran parte de la memoria de las gestas independentistas cubanas, los Reyes se detuvieron para apreciar junto a Eusebio Leal el pendón con el escudo de La Habana colocado en el balcón exterior: un obsequio especial de la Corona española consistente en un tapiz tejido a mano.

Una vez el patio interior del Palacio, Felipe VI recibió de manos de García Zapata una pequeña réplica de la Giraldilla, símbolo de la ciudad y, a continuación, recorrió las locaciones de la otrora sede de los 65 gobernadores de la etapa colonial. La visita de este miércoles al centro histórico de la ciudad formaba parte de la agenda oficial de los Reyes durante su estancia en Cuba; sin embargo, la pareja real paso por calles de La Habana Vieja y llegó a lugares distintivos como la Plaza de la Catedral y el Museo de Arte Colonial.